La comuna de Ancud está enriquecida culturalmente por la mitología, su gastronomía y sus increibles historias que se conjugan con el hermoso paisaje. Además, no se puede desconocer la importancia que tuvo la conocida Goleta Ancud, que jugó un rol importante en la conquista de las tierras magallanicas, y de la zona sur austral de nuestro país. Fue construidas por manos y maderas chilotas, realizando el primer zarpe el 22 de mayo de 1843. Arribando al Estrecho de Magallanes donde los chilotes tomaron posesión de esta zona hinospita. La embarcación tuvo que pasar por peligrosos canales, con una tripulación compuesta por 7 navegantes. (datos extraidos de Publitodo, Año 2004).
"Goleta Ancud, realizada en Piedra Cancagua"
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La cultura de Ancud, y Chiloé esta basada además en sus historias mitológicas que son conocidas en todo el país, y que incluso ahora con la reforma escolar, forman parte de los elementos de estudio de todos los alumnos de Chile.
MITOLOGÍA DE CHILOÉ
CUCHIVILU
(Destructor de Corrales)
Cerdo con extremidades de culebra, habita en los pantanos y lagunas, cerca de las aldeas. Durante la noche suele acosar y destruir los corrales de pesca, donde se alimenta de peces y mariscos. Es reconocido por sus gruñidos de chancho, y singulares huellas que deja en el fango, es por eso que los lugareños dejan de acudir a ese corral por el temor a la sarna que produce su contacto con la arena, y también cuando se baña en las corrientes de los ríos.
TRAUKO
(Seductor de Doncellas)
Enano deforme, y repelente, de facciones toscas, y muy fuerte. Viste de quilineja, porta un bastón de madera o “pahueldún”, y un hacha de piedra. Lleva una vida retirada en el bosque. Si alguien lo molesta es capaz de matarlo con la mirada, o lo sentencia a morir antes del año. Pero con las mujeres es diferente, pese a su aspecto repugnante despierta en ellas un atractivo irresistible. Si es doncella se le aparece en sueños eróticos, y así embrujada la atrae hacia el bosque, y la excita hasta poseerla. Las seducidas aseguran que es un ser inevitablemente atrayente.
HACHA Y BASTÓN
(Herramientas utilizadas por el “Trauko” en el Bosque)
CALEUCHE
(Buque de Arte)
Barco fantasma tripulado por brujos, que navega tanto, bajo como sobre la superficie del mar, y a gran velocidad. Quienes lo han visto, relata que irradia una maravillosa luminosidad, y envolventes melodías con las que atrae a los isleños ambiciosos por conseguir fortuna. Se aparece por momentos en cualquier caleta, desapareciendo de manera inesperada, dejando en el ambiente extraños ruidos. Muchos lo relacionan con un barco pirata holandés desaparecido en los mares de Chiloé.
PINCOY
(Marido de la Pincoya)
Hijo del Millalobo, tiene cuerpo de foca de gran tamaño, color plateado brillante, como hermoso y varonil rostro humano, luciendo poblada cabellera dorada.
Es el administrador en los dominios de su padre; inspector severo del fiel cumplimiento de sus mandatos; vigilante acucioso del normal desenvolvimiento de los procesos que se desarrollan en los mares, especialmente los relacionados con la reproducción de los peces, y demás habitantes del mar.
INVUNCHE
(Portero de la Cueva de Quicaví)
Recién nacido es raptado o donados por los brujos. Una vez en la Cueva, lo crían desnudo, y empiezan a deformarlo, partiendo por torcerles los huesos de una pierna para evitar que huya. Durante su existencia es nutrido con leche de gata negra, y carne humana sustraída de los cementerios, y sólo se le es permitido salir para alimentarse. A medida que crece su cuerpo es cubierto por pelusas, ofrece un aspecto horrible, y se comunica con extraños sonidos guturales y alaridos. Aquel impío, que se tope con él, será enlesado por el resto de su existencia. Sólo los brujos pueden mirarlos sin peligro. Su carne del Invunche cura cualquier enfermedad, por eso al morir éste los brujos se lo disputan.
Sin embargo en Ancud, se conjugan la cultura y los elementos turísticos, exitiendo en esta comuna una gran cantidad de fuertes que son parte de la conquista de los españoles. Entre los Fuertes más conocidos se encuentra el de Ahuí, ubicado en la Península de Lacuy, sobre una meseta de 33 mts. de altura. Fue construido por el Gobernador Español en un recinto amurallado en 1779, contando con cañones y sus respectivos emplazamientos, un polvorín, calabozos y baterías, enclavados en el cerro, cuatro de ellos de bronce y uno de fierro.
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